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SOLO SAGRADO DE HAKONE - JAPÃO

SOLO SAGRADO DE ATAMI - JAPÃO

SOLO SAGRADO DE KYOTO - JAPÃO

Seguindo o exemplo da natureza, onde tudo se desenvolve a partir de uma pequena forma ou de um pequeno modelo, Mokiti Okada (1882-1955), também conhecido como Meishu-Sama, iniciou em 1945 no Japão a construção de protótipos do Paraíso Terrestre, os quais chamou de Solos Sagrados. Estes locais caracterizam-se pela harmonia entre a beleza natural e a criada pelo homem. O objetivo de Meishu-Sama (que em português significa "Senhor da Luz") era deixar para a humanidade a base para a construção de um Mundo Ideal, consubstanciado na Verdade, no Bem e no Belo. Ele os estabeleceu nas cidades de Hakone, Atami e Kyoto, objetivando que, a partir deles, outros modelos pudessem ser construídos ao redor do mundo, como uma pedrinha que se joga no centro de um lago e vai formando círculos de pequenas ondas até chegar às margens.

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terça-feira, 22 de abril de 2008

Experiencia de Fe - Ministro Jorge (Bolivia)

Experiencia de Fe - Ministro Jorge (Bolivia)

Johrei | 17 Abril, 2008 19:12

Jorge Uyema

Min. responsable de Bolivia

Fecha de ingreso a la fe:
9 de junio de 1973


Actualmente, dedico como ministro responsable de Bolivia desde el año 1992.

En julio de 1982, mi hermana Meire y yo peregrinamos al Suelo Sagrado del Japón, junto con la Caravana de Jóvenes. Tres meses después, ella que hasta entonces tenía una vida aparentemente normal, comenzó a manifestar un problema psíquico.

En aquel momento, yo vivía una etapa de mucha indefinición en relación con mi misión y mi futuro, porque a pesar de que tenía un gran deseo de servir íntegramente en la Obra Divina, no conseguía crear las condiciones necesarias para eso. En verdad, nada de lo que yo intentaba realizar daba resultados, razón por la cual, en el inicio de la purificación de mi hermana, me acosaba un gran sentimiento de culpa, ya que sentía que tal vez su purificación fue motivada por algo que yo no había conseguido concretar.

Mi familia estaba muy confusa con aquella situación y la primera persona que nos orientó fue el Reverendo Hayashi, entonces responsable del Área Gran San Pablo. Él nos contó su experiencia con su hermana, que tuvo el mismo problema. Y también nos orientó sobre la importancia de que la familia acepte la Voluntad de Dios, de desapegarse del ser querido y de entender la necesidad de nuestros antepasados por medio del servir de la familia.

Esa orientación, junto al apoyo constante de los reverendos, ministros y verdaderos amigos de fe permitió que gradualmente mi familia ganara la fuerza y el entendimiento del por qué de todo lo que estaba sucediendo. Eso fue fundamental en aquel momento.

La purificación causó reacciones diferentes en toda la familia; inclusive algunos llegaban a comentar: “cómo puede ser que la familia dedica tanto en esa Iglesia y la hija quedó loca…”; además de que otros familiares prácticamente no se conformaban con el hecho de no internarla para un tratamiento médico.

Los seis primeros años fueron los más difíciles, inclusive con una sucesión de acontecimientos que no eran fáciles de ser asimilados: hubo momentos de violencia, cuando, por ejemplo, ella atacó con un cuchillo a su propio padre; o cuando la familia tuvo que presentarse a la comisaría por la denuncia de un vecino, porque ella mandaba mensajes en papeles pidiendo auxilio, diciendo que estaba siendo maltratada.

A partir de 1991, comencé a viajar a Bolivia y, en febrero de 1992, me mudé junto con mi familia (esposa e hijos) para vivir de forma definitiva. En verdad, muchas veces estaba preocupado por cómo sería el futuro de ella, en el caso de que un día mejorase totalmente o si ella podría tener una vida normal como mujer. Por otro lado, también sentía la preocupación de cómo sería en el caso de que mis padres tuviesen que partir antes que ella.

A partir de 2005, por medio de las orientaciones de Kyoshu-sama y del Presidente Watanabe, tuve el permiso de aprender con muchas experiencias de los miembros, sobre la Práctica del Sonen. Constantemente, sentía la alegría y la gratitud de mis antepasados que se manifestaban en mi interior por la salvación que adviene de esas orientaciones.

En el mes de marzo de este año, tuve el permiso de participar del Culto en el Suelo Sagrado. Estaba sentado justo atrás de un ministro que dedica en los Estados Unidos y que estaba acompañado de su esposa y su pequeña hija que estaba en un carro de bebé. Al inicio, no lo percibí, pero después noté que su hija tenía una deformación en ambas manos, pues no tenía los dedos formados.

En el momento de la orientación, cuando el reverendísimo Watanabe habló que “existen muchos tipos de sufrimientos, que no siempre, conseguimos aceptar o comprender. Por ejemplo: cuando una criatura muere temprano, antes que los padre; cuando nace un hijo con alguna deficiencia física o mental; cuando sucede alguna tragedia; cuando muere alguna persona que era buena para mucha gente… Ciertamente, ellos fueron escogidos para ser redentores de su familia, para redimir las máculas de sus antepasados y de toda la humanidad”.

Pude ver cuando los dos se miraron emocionados y entendí que en aquel momento, ellos habían sentido alegría y gratitud por comprender la misión de su hija.

En otra parte de la orientación, cuando el reverendísimo Watanabe cuenta la experiencia de un empresario y ministro que cuidó de su esposa por 14 años con un derrame cerebral, en ese momento recordé dos cosas: la primera, sobre la purificación espiritual de 26 años de mi hermana y otra, del impedimento de mi hermano de tener hijos.

En esa misma semana, junto con mis padres y mi hermano, estudiamos la orientación del culto y reconocimos que hasta aquel momento habíamos recibido la purificación de Meire con resignación, como algo que tenía que ser simplemente aceptado como un karma inevitable, pero que en verdad no habíamos agradecido juntos y tampoco habíamos entendido que durante todo ese tiempo ella había prestado un importante servicio en la Obra Divina.

En ese momento, tuve el presentimiento de que la misión de ella había terminado y que partiría, porque estaba esperando que nosotros comprendiésemos ese punto: que su purificación no era un sufrimiento, sino un servicio a la humanidad y que precisábamos agradecer a Dios.

Después de eso, fuimos al Altar, hicimos la Oración Amatsu-Norito y la oración de agradecimiento por la purificación de ella durante 26 años.

Después de eso, se intensificó su decaimiento físico y partió un día después que habíamos hecho el agradecimiento en familia. Entiendo que este acontecimiento se debió al aceleramiento de la purificación por la oración de gratitud.

Todo ocurrió con mucha rapidez, como si realmente Meishu-Sama estuviese cuidando de todo.

En el hospital en que ella fue llevada para realizar los exámenes, justamente la enfermera que la atendió era mesiánica y el médico también tenía comprensión espiritual.

En el momento en que irían a realizar los exámenes, ella finalmente partió, o sea, como ella había cumplido su misión, pienso que Meishu-Sama permitió su partida sin necesidad de quedar internada en el hospital.

Durante el velatorio, aun los familiares que antes estaban distanciados consiguieron armonizarse.

Cuando llegué a San Pablo, fui directamente al velorio y lo primero que comentó mi padre fue: “¡Vea, qué bonita está ella…!” y ese era el comentario de todos los que se encontraban allí, que les parecía como si estuviese durmiendo; y lo más impresionante es que ella presentaba la apariencia anterior a la purificación, como cuando tenía 18 años de edad.

Y ahora, gracias a las orientaciones del reverendísimo Watanabe en el último Culto, tuvimos la alegría de recibir lo que yo pienso que es el mayor milagro de nuestras vidas.

Por eso, nuestro profundo agradecimiento al Mesías Meishu-sama que, más que gracias materiales, nos ha venido proporcionado durante más de 30 años el camino de nuestra salvación, de la de nuestros antepasados y nos concede, además, el permiso de ser utilizados en la salvación de la humanidad.

Jorge Uyema

16/Marzo/2008

sábado, 12 de abril de 2008

JOHREI E AIDS

Johrei e AIDS

Terapias e Terápicos Pesquisas realizadas nos Estados Unidos, na Universidade de Medicina e Ciência de Los Angeles (Dr. Mandooh Ghoneum) e na Universidade do Arizona (Dr. Andrew Weil), por exemplo, mostraram como a imposição das mãos por 10 a 30 minutos diariamente, altera drasticamente a eficiência do sistema imunológico de quem está recebendo a técnica. Medidas da eficiência dos linfócitos T4 e T-killer, em portadores do vírus HIV (AIDS) mostram sempre alguma melhora 45:12, quando a técnica é praticada por no mínimo um mês.

“Quem quer ser feliz deve, primeiro, fazer feliz seu semelhante, pois a recompensa que disto advirá será a verdadeira felicidade”.

Meishu-Sama


Essa técnica foi desenvolvida por Mokiti Okada (Meishu-Sama – 1.882-1.955), conhecido como Senhor da Luz, e divulgada em 1.950 no Japão. Interessante saber que Mokiti Okada e Morihei Ueshiba, o fundador do Aikido, tiveram o mesmo Mestre espiritual, Wanisaburo Deguchi (1.871-1.947). Inicialmente Meishu-Sama sempre realizava a técnica do Johrei em associação com o Shiatsu, mas posteriormente deixou de ser ministrada como uma massagem, passando a não mais haver o toque da mão com o corpo de quem recebia a técnica.

O Johrei trabalha com desbloqueios energéticos, de forma que os campos energéticos, dos corpos sutis do homem, possam fluir livremente. Assim utiliza a mesma noção do fluir de energia (o Ch’i chinês, o Prana hindu ou o Ki japonês) vista em toda a filosofia oriental. Mas, como em todas as abordagens energéticas, não se sabe, ainda, que energias estão envolvidas, pois não são mensuráveis, e qual o exato mecanismo físico do tratamento e da cura.

Pesquisas realizadas nos Estados Unidos, na Universidade de Medicina e Ciência de Los Angeles (Dr. Mandooh Ghoneum) e na Universidade do Arizona (Dr. Andrew Weil), por exemplo, mostraram como a imposição das mãos por 10 a 30 minutos diariamente, altera drasticamente a eficiência do sistema imunológico de quem está recebendo a técnica. Medidas da eficiência dos linfócitos T4 e T-killer, em portadores do vírus HIV (AIDS) mostram sempre alguma melhora 45:12, quando a técnica é praticada por no mínimo um mês.

O Johrei sempre é ministrado por um discípulo de Meishu-Sama (o fundador da Igreja Messiânica), o qual fica sentado a uma distância de cerca de 30cm da pessoa que recebe. Após um período inicial de relaxamento e de concentração na energia cósmica, o ministrante direciona a sua mão espalmada para todo o corpo de quem recebe, procurando certos pontos para onde essa energia deve ser dirigida, como a cabeça, pescoço, ombros, cintura escapular, rins e região inguinal. Então algumas alterações fisiológicas são percebidas e podem ser medidas: a temperatura corporal de ambos aumenta, e suas ondas cerebrais lentificam-se, aparecendo ondas alfa e teta, demonstrando ativação da circulação sangüínea e total relaxamento de ambos.


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quarta-feira, 9 de abril de 2008

ENSINAMENTO DO MÊS - Abril/2008

Culto Mensal de Agradecimento
Solo Sagrado de Guarapiranga,
06 de Abril de 2008


A LEI DA CONCORDÂNCIA ESPIRITUAL E A PURIFICAÇÃO

A purificação assume formas diversas, devido às suas diferentes causas.

Por exemplo: se as máculas são geradas por pecados pecuniários ou materiais, como o roubo ou a apropriação indébita, que causam prejuízos a terceiros, ou porque a pessoa leva um nível de vida superior aos seus próprios meios, essas máculas são freqüentemente dissolvidas por subseqüentes prejuízos materiais. Se tomarmos outros exemplos, como os prejuízos decorrentes de incêndios, fraudes, falências comerciais, grandes despesas com doenças e outras dificuldades, veremos que estas também são expiações por erros de natureza material ou pecuniária.

Há muitos exemplos de filhos pródigos que esbanjam enormes heranças. Inconscientemente, eles estão expiando as culpas que foram acumuladas por seus antepassados. Nesse caso, é o espírito de um antepassado que, muitas vezes, escolhe um dos seus descendentes para cumprir a missão de purificar a família de suas máculas, de modo que o tronco familiar possa prosperar e não perecer. Seria portanto inútil tentar reformar tal indivíduo ou desviá-lo de seu caminho. (...)

Pessoas sinceras, que recebem e ministram Johrei, podem sofrer severas purificações. Curiosamente, quanto mais dedicadas se mostram, mais rigorosas parecem ser, às vezes, as suas purificações. Se não estiverem imbuídas de verdadeira fé, poderão vacilar. Esse, entretanto, é um momento muito importante. A fim de serem recompensadas por sua sinceridade com as bênçãos Divinas, as suas máculas espirituais devem ser dissipadas de modo mais intenso, assim como um prato sujo deve ser limpo antes de ser usado. Se suportarem pacientemente o seu sofrimento, sentir-se-ão recompensadas muito além da expectativa.

Durante cerca de vinte anos, vi-me sobrecarregado por enorme dívida. Muitas vezes, como ser humano cheguei a desanimar mas, em 1941, consegui saldá-la. Logo no ano seguinte, para minha grande surpresa, recebi uma inesperada e grande soma de dinheiro. (...)

O que é bom, é considerado bom naturalmente. Mas, o que parece desastroso e calamitoso também é bom, desde que sirva como processo purificador. Considerar esse processo, antes de tudo, como purificador, é de suma importância. A mesma verdade se aplica à doença. A criatura que chega a encarar todo sofrimento com esta compreensão, terá atingido muita iluminação espiritual e muita paz.

Isso, entretanto, só pode ser aplicado a quem tiver muita fé em Deus. Os sofrimentos de uma pessoa com pouca ou nenhuma fé só podem dar origem a maiores sofrimentos. Quanto mais impaciente for a pessoa, pior se tornará a situação, atingindo, não raro, proporções desastrosas. O segredo da felicidade está na aceitação da Lei da Concordância Espiritual e da Lei da Purificação.

Fonte: Novos Tempos (trechos)

EXPERIÊNCIA DE FÉ - Abril/2008

Experiência de Fé
Nome: Márcia Valéria de Arruda
IDADE: 36 anos
TEMPO DE MEMBRO: 24 anos
Sede Central do Brasil – Setor do Seminário


Bom dia a todos!
Meu nome é Márcia Valéria de Arruda, sou messiânica há 24 anos.
Minha carreira missionária começou há 17 anos quando ingressei na 2ª turma de seminaristas feminina da Sede Central da Igreja e depois tive a permissão de aprimorar no Japão. Retornando ao Brasil, me formei professora de língua japonesa e desde 1994, sou responsável pelas aulas de japonês para os seminaristas na Sede Central da Igreja.
Casei-me em maio de 2001, e sempre sonhei em ser mãe. Ganhei esta permissão após três anos de casada. Tive uma gravidez tranqüila, passando por todos os exames de rotina que atestavam que o bebê se desenvolvia bem. Como todas as mães, sonhava em conhecer e ter em meus braços aquele bebê que crescia e me enchia de felicidade a cada dia.
Desejava ter um parto normal, sem cirurgia. Então, pedi a Deus que nos preparasse, a mim e ao bebê, para aquele momento tão esperado.
No dia 29 de novembro de 2004, as contrações ficaram fortes e fomos para o hospital. Havia chegado a hora!
Porém nesse dia, devido a um problema interno do hospital, os médicos não permitiram a entrada de pais nas salas do parto. Então fui sozinha. Mas mesmo assim, tudo correu como eu esperava: não precisei de anestesia e, às 13 horas e 15 minutos, nasceu meu filho Logan.
Mas nesta hora meu mundo de sonhos se despedaçou. Ainda ali na sala de parto, fui informada de que meu filho, devido a certas características físicas, parecia ser portador da Síndrome de Down, e que somente um exame específico poderia confirmar.
Eu não conseguia entender. Pensava: “Só pode ser um engano! Daqui a pouco, os médicos vão voltar e vão me dizer que se enganaram...”, e tentei me tranqüilizar... Aquilo não poderia estar acontecendo comigo!
Tive alta, voltei com meu filho para casa e passados 15 dias do nascimento, pudemos realizar o exame.
Como era meu primeiro filho e eu não tinha sobrinhos, não via nada de anormal nele, e a cada dia que aguardava o resultado, meu coração se enchia de esperança.
Após 40 dias de espera, o que para mim significava o pior, acabou se confirmando. Ainda no consultório chorei muito, não conseguia aceitar. Eu olhava para o meu filho em meus braços e perguntava: “por quê?”
Tive medo. Achei que não conseguiria seguir adiante. A médica que nos atendeu, uma pessoa que tenho certeza que Deus colocou no meu caminho, muito gentilmente perguntou se eu queria conversar ou ligar para alguém. Eu só pensava em ir para a Sede Central da Igreja e conversar com alguém que pudesse me orientar.
Então, imediatamente liguei para o meu superior, o Ministro responsável pelo seminário. Cheguei aos prantos e ele me ministrou Johrei e tentava me dizer que eu não deveria pensar de forma negativa, e para não pensar que aquilo era um castigo, pelo contrário, Deus estava me dando uma permissão. Mas como acreditar nisso diante de tanto sofrimento? Eu não conseguia. Eu simplesmente não entendia... Cheguei a pensar: “não quero essa permissão”.
Passaram-se os dias e eu não via outra saída a não ser aceitar a minha condição. Eu amava meu filho e ele dependia de mim. Então, tomei a decisão de fazer o melhor que podia, e de alguma forma tinha que aceitar. Era o que eu pensava, mas não era o que eu sentia no fundo do meu coração.
Logan começou a crescer e eu vivia um dia de cada vez. Quando pensei que assim se seguiriam os dias, antes dele completar um ano, meu marido disse que queria se separar... Meu mundo desmoronou pela segunda vez.
Estava sozinha e com uma criança especial para criar. Mais uma vez questionei: “o que é que Deus quer de mim?”
Por mais que já tivesse ouvido que a purificação é o amor de Deus, ficava cada vez mais difícil acreditar nesse amor... Era como se eu estivesse em um carro desgovernado em uma estrada, pedindo: “Parem esse carro! Eu quero descer! Não quero continuar nessa estrada!”
Mas depois de tantos anos dedicando e vivendo na fé, eu simplesmente não conseguia me permitir viver assim, sem esperança e sem alegria.
Resolvi mais uma vez juntar os cacos do que restou e ver o melhor que eu podia fazer diante de tudo. Era como se eu dissesse para Meishu-Sama: “Mas o que é que eu posso fazer? Tudo bem. Vou seguir adiante nessas condições que o senhor me colocou e vou ver o que posso fazer...”
Graças a Deus, desde seu nascimento, Logan não apresentou nenhum problema cardíaco, ao contrário do que acontece com 60% dos portadores da síndrome. E, inclusive, a pediatra que o acompanha fica cada vez mais espantada com seu desenvolvimento.
Aos poucos, fui percebendo que Deus não havia nos desamparado. Ele estava atento a tudo que acontecia e, toda vez que eu me sentia triste, Ele de alguma maneira, me alegrava.
Mas eu sabia que dentro de mim, tudo não passava de resignação, porque sentia que não podia fazer nada contra, apenas seguir adiante. Só que aos poucos esse sentimento começou a pesar e a se tornar um fardo. Os meus dias se sucediam alternando momentos de alegria e momentos de profunda tristeza.
No dia 1º de março deste ano, tive a oportunidade de participar da “Conferência Nacional de Líderes Jovens”, ocasião em que o Reverendíssimo Watanabe nos orientou sobre a importância de aceitar a purificação como amor de Deus e conseguir agradecer. Ele ensinou que quem purifica está redimindo pecados da família e da humanidade, e que é importante reconhecermos que pessoas com purificações severas como, por exemplo, pessoas portadoras de alguma deficiência, já estão cumprindo a sua missão. Por isso, ter um filho assim, por exemplo, significa ter a permissão de cuidar de uma pessoa que tem e cumpre a missão de redimir máculas acumuladas ao longo de milhares de anos.
Ao ouvir essa orientação não consegui me conter e comecei a chorar. Eu ouvia as palavras do Reverendíssimo e chorava, pois me sentia envergonhada pela forma como vinha pensando e pelo sentimento que estava tendo até então.
Percebi então, que em três anos de convivência com o meu filho, eu nunca, que fique bem claro, eu nunca havia conseguido agradecer a Deus pela existência dele. Ou seja, acreditava que havia aceitado a situação com resignação, mas não sentia gratidão. Ali mesmo, no local da Conferência, pedi perdão.
As palavras do Reverendíssimo me tocaram profundamente. Meu coração que há muito parecia sem vida, de repente se encheu de alegria novamente. Eu finalmente tinha conseguido sentir a resposta de Deus a tudo o que estava acontecendo comigo. E precisava mudar e por mais difícil que fosse, eu precisava agradecer muito.
Daquele dia em diante, minha vida mudou... Na verdade, porque EU MUDEI! Agora ela tem outro sentido: ela é muito mais cheia de alegria, como eu sempre sonhei.
Hoje quando olho para meu filho, não o vejo mais como um fardo que Deus me impôs, e sim vejo um presente dado a mim e à minha família.
Antes, eu tinha uma grande ansiedade pelo seu desenvolvimento, ficava impaciente, e quase não percebia seus pequenos progressos. Hoje tenho mais paciência, e vibro com cada vitória alcançada.
Antes eu olhava para o rostinho dele e via apenas os traços que caracterizam um portador da Síndrome de Down e isso me entristecia.
Mas hoje, eu o vejo como um filho de Deus que tem sua partícula divina e uma nobre missão. Sinto orgulho e gratidão por essa permissão. E em alguns momentos em que estamos em casa brincando eu não consigo me conter e o abraço bem forte e falo no seu “ouvidinho”: “obrigada, filho!”
Hoje, mesmo divorciada e morando sozinha com meu filho, pois meus pais moram em outro estado, estou muito feliz, porque consigo dar toda atenção que o Logan necessita, e ainda posso me dedicar ao trabalho na Obra Divina que muito gosto, que é dar aula de japonês aos seminaristas que vão para o Japão e que serão os futuros ministros da Igreja.
Gostaria de agradecer a Deus, a Meishu-Sama, aos meus antepassados, aos ministros e reverendos, à minha família e aos amigos pelo apoio de todos, pelos incentivos e palavras de carinho que foram essenciais para mim e para meu filho Logan.

Muito Obrigada.

quarta-feira, 2 de abril de 2008

Nossa vida mudou completamente”


Nossa vida mudou completamente

O alcoolismo era um problema que varias pessoas da familiade Rejane de Freitas, ligada ao J.C. São Caetano do Sul,ja haviam enfrentado. O pai, e ela própria, tinham problemascom bebidas. Com a “Prática do Sonen”, eles superaramo problema e voltaram a viver em harmonia.Desde que eu era pequena, minha familia sempre passou por seria purificação com conflitos. Meu pai tinha problemas com o alcoolismo, o que tambem acarretava dificuldades financeiras, por causa dos gastos com a bebida. Eu comecei a gostar de beber aos 15 anos de idade. Entre uma balada e outra, sempre bebia um pouco. Achava que seria uma fase de adolescente. Nunca imaginei que fosse me acostumar com a bebida e a sentir falta dela. Os anos foram passando e meu pai, a cada dia, bebia mais. Eu, tambem, ja não conseguia ficar sem beber. Os conflitos no lar não tinham fim. Meus pais sempre discutiam, e eu acabava me intrometendo nas discussões. Eu e meu pai nos ofendiamos muito. Eu nao suportava ve-lo fazer minha mae sofrer e nao o respeitava como pai. Minha mãe sempre me alertava: varias pessoas da familia tiveram o vicio da bebida, e o mesmo poderia acontecer comigo. Assim como meu pai, eu estava me tornando uma dependente química, mas nao queria admitir isso. Várias vezes pedi a minha mae que se separasse dele, pois não aguentava mais viver naquele inferno. Eu achava que ele era o único culpado pelo nosso sofrimento. Chegou um momento em que eu não sentia mais amor por ele e, muito menos, gratidão. Ao contrario, sentia mágoa, vergonha, do, e ate mesmo raiva. Em julho de 2006, fui trabalhar com recreação em um hotel em Itatiaia-RJ, ficando fora mais de vinte dias. Quando cheguei em casa, minha irmã contou-me que meu pai estava passando por sérios problemas espirituais e que não conseguia mais se controlar. Uma tristeza muito grande tomou conta do meu coração. Naquele momento, lembrei-me do Ensinamento em que Meishu-Sama diz: “Sem a existência de meu pai e minha mãe, não existiriam neste mundo nem meu corpo nem minha alma”.
Nasceu em meu coração uma enorme vontade de ajudar meu pai. Senti por ele um amor que há muito não sentia. Comecei a fazer oração para ele, todos os dias, e fui buscar orientação com a ministra da minha unidade. Ela me pediu para evitar beber, que parasse de sair um pouco, para não pegar as influencias da noite e, principalmente, que fizesse, a todo momento, a “Prática
do Sonen”, reconhecendo que o sofrimento do alcoolismo não pertencia a mim nem ao meu pai, que eram manifestações de antepassados ligados a nos. Eu deveria encaminhar esse sofrimento, junto com o antepassado, para Meishu-Sama
purificar e salvar. Aliada a esta pratica, ela sugeriu que eu fosse fazer a dedicação de plantio, no Solo Sagrado de Guarapiranga. Imediatamente passei a praticar, e a ministrar mais Johrei. Marquei a dedicação no Solo e convidei meu pai. Ele recusou, dizendo
que precisaria acordar muito cedo, que estava muito frio e que estava com dores em um dos pés. Fiquei triste, mas lembrei-me novamente de Meishu-Sama: “Se a prece for correta, Deus não deixara de atende-la”. Fiz oração e fui dormir. Naquela noite sonhei com meus avós, por parte de pai. Eles estavam em um lugar muito bonito, porem muito tristes, como se quisessem
me pedir algo ou falar alguma coisa. Quando acordei, entendi que era um sinal do mundo espiritual, e que eles estavam tristes porque meu pai não iria ao Solo. Fiz oração no Altar do lar e fui contar o sonho para o meu pai. Fiquei muito contente, porque
ele decidiu ir. Em 22 de setembro de 2006, toda a familia participou da dedicação, em Guarapiranga. Foi maravilhoso. Senti que a
nossa vida iria mudar, juntamente com a de nossos antepassados. No dia 27 de setembro de 2006, meu pai tomou a decisão de parar de beber e passou a frequentar a Associação Antialcoolica do Estado de São Paulo. Foi uma emoção e felicidade muito grande, para mim e toda a familia. Percebi que a “Pratica do Sonen”, aliada ao verdadeiro sentimento de amor e gratidão, e capaz
de mudar a historia de toda uma vida. Hoje, meu pai esta há um ano e meio sem fazer uso do alcool. Eu já não sinto mais vontade de beber, e meu lar tornou-se harmonioso e com muita paz. Somente com a “Pratica do Sonen” e o encaminhamento de nossos antepassados, dia a dia, durante dois meses, um problema de anos esta sendo solucionado. Nossa vida mudou completamente.
Agradeço a Deus e a Meishu-Sama por terem me utilizado como Seu instrumento, e a ministra, pelas orientações. Peco perdão aos meus pais, pelos momentos de angustia que causei e agradeço a eles, principalmente pela minha vida.

26 PALAVRINHAS MUITO ÚTEIS NA OBRA DIVINA

26 PALAVRINHAS MUITO ÚTEIS NA OBRA DIVINA

1-SHINSENKYO-SOLO SAGRADO DE HAKONE-TERRA DIVINA;
2-ZUIUNKYO-SOLO SAGRADO DE ATAMI-TERRA CELESTIAL;
3-HEIANKYO-SOLO SAGRADO DE KYOTO-TERRA DA TRANQUILIDADE;
4-NOKOGUIRI YAMA-MONTE NOKOGUIRI;
5-MITAMA MIGAKI - POLIMENTO DA ALMA;
6-OMITIBIKI- ENCAMINHAMENTO;
7-KANSHA-GRATIDÃO;
8-KANSHA NO KOKORO-SENTIMENTO DE GRATIDÃO;
9-KYUDOSHIN- ESPIRITO DE BUSCA;
10-DAIJOO-AMPLO;
11-SHOJO-RESTRITO;
12-SHINJA-MEMBRO;
13-MISHINJA-FREQUENTADOR;
14-HAIJUSHIKI-CERIMONIA DE OUTORGA;
15-SEITI-SOLO SAGRADO;
16-SHUUKYOO-RELIGIÃO;
17-JOOKA-PURIFICAÇÃO-(DOENÇA,POBREZA,CONFLITO);
18-KISEKI-MILAGRE;
19-GOYOO-DEDICAÇÃO-SERVIR A DEUS;
20-GOHOOSHI-DEDICAÇÃO;
21-MIOSHIE HAIDOKU-LEITURA DE ENSINAMENTO DE MEISHU SAMA;
22-KENKIN-DONATIVO;
23-OTAMAGUSHI-DONATIVO;
24-OSONAEMONO-OFERENDAS;
25-DOKUSO-TOXINA;
26-KENSETSU-CONSTRUÇÃO;