Experiencia de Fe - Ministro Jorge (Bolivia)
Johrei | 17 Abril, 2008 19:12
Jorge Uyema
Min. responsable de Bolivia
Fecha de ingreso a la fe:
9 de junio de 1973
Actualmente, dedico como ministro responsable de Bolivia desde el año 1992.
En aquel momento, yo vivía una etapa de mucha indefinición en relación con mi misión y mi futuro, porque a pesar de que tenía un gran deseo de servir íntegramente en
Mi familia estaba muy confusa con aquella situación y la primera persona que nos orientó fue el Reverendo Hayashi, entonces responsable del Área Gran San Pablo. Él nos contó su experiencia con su hermana, que tuvo el mismo problema. Y también nos orientó sobre la importancia de que la familia acepte
Esa orientación, junto al apoyo constante de los reverendos, ministros y verdaderos amigos de fe permitió que gradualmente mi familia ganara la fuerza y el entendimiento del por qué de todo lo que estaba sucediendo. Eso fue fundamental en aquel momento.
La purificación causó reacciones diferentes en toda la familia; inclusive algunos llegaban a comentar: “cómo puede ser que la familia dedica tanto en esa Iglesia y la hija quedó loca…”; además de que otros familiares prácticamente no se conformaban con el hecho de no internarla para un tratamiento médico.
Los seis primeros años fueron los más difíciles, inclusive con una sucesión de acontecimientos que no eran fáciles de ser asimilados: hubo momentos de violencia, cuando, por ejemplo, ella atacó con un cuchillo a su propio padre; o cuando la familia tuvo que presentarse a la comisaría por la denuncia de un vecino, porque ella mandaba mensajes en papeles pidiendo auxilio, diciendo que estaba siendo maltratada.
A partir de 1991, comencé a viajar a Bolivia y, en febrero de 1992, me mudé junto con mi familia (esposa e hijos) para vivir de forma definitiva. En verdad, muchas veces estaba preocupado por cómo sería el futuro de ella, en el caso de que un día mejorase totalmente o si ella podría tener una vida normal como mujer. Por otro lado, también sentía la preocupación de cómo sería en el caso de que mis padres tuviesen que partir antes que ella.
A partir de 2005, por medio de las orientaciones de Kyoshu-sama y del Presidente Watanabe, tuve el permiso de aprender con muchas experiencias de los miembros, sobre
En el mes de marzo de este año, tuve el permiso de participar del Culto en el Suelo Sagrado. Estaba sentado justo atrás de un ministro que dedica en los Estados Unidos y que estaba acompañado de su esposa y su pequeña hija que estaba en un carro de bebé. Al inicio, no lo percibí, pero después noté que su hija tenía una deformación en ambas manos, pues no tenía los dedos formados.
En el momento de la orientación, cuando el reverendísimo Watanabe habló que “existen muchos tipos de sufrimientos, que no siempre, conseguimos aceptar o comprender. Por ejemplo: cuando una criatura muere temprano, antes que los padre; cuando nace un hijo con alguna deficiencia física o mental; cuando sucede alguna tragedia; cuando muere alguna persona que era buena para mucha gente… Ciertamente, ellos fueron escogidos para ser redentores de su familia, para redimir las máculas de sus antepasados y de toda la humanidad”.
Pude ver cuando los dos se miraron emocionados y entendí que en aquel momento, ellos habían sentido alegría y gratitud por comprender la misión de su hija.
En otra parte de la orientación, cuando el reverendísimo Watanabe cuenta la experiencia de un empresario y ministro que cuidó de su esposa por 14 años con un derrame cerebral, en ese momento recordé dos cosas: la primera, sobre la purificación espiritual de 26 años de mi hermana y otra, del impedimento de mi hermano de tener hijos.
En esa misma semana, junto con mis padres y mi hermano, estudiamos la orientación del culto y reconocimos que hasta aquel momento habíamos recibido la purificación de Meire con resignación, como algo que tenía que ser simplemente aceptado como un karma inevitable, pero que en verdad no habíamos agradecido juntos y tampoco habíamos entendido que durante todo ese tiempo ella había prestado un importante servicio en
En ese momento, tuve el presentimiento de que la misión de ella había terminado y que partiría, porque estaba esperando que nosotros comprendiésemos ese punto: que su purificación no era un sufrimiento, sino un servicio a la humanidad y que precisábamos agradecer a Dios.
Después de eso, fuimos al Altar, hicimos
Después de eso, se intensificó su decaimiento físico y partió un día después que habíamos hecho el agradecimiento en familia. Entiendo que este acontecimiento se debió al aceleramiento de la purificación por la oración de gratitud.
Todo ocurrió con mucha rapidez, como si realmente Meishu-Sama estuviese cuidando de todo.
En el hospital en que ella fue llevada para realizar los exámenes, justamente la enfermera que la atendió era mesiánica y el médico también tenía comprensión espiritual.
En el momento en que irían a realizar los exámenes, ella finalmente partió, o sea, como ella había cumplido su misión, pienso que Meishu-Sama permitió su partida sin necesidad de quedar internada en el hospital.
Durante el velatorio, aun los familiares que antes estaban distanciados consiguieron armonizarse.
Cuando llegué a San Pablo, fui directamente al velorio y lo primero que comentó mi padre fue: “¡Vea, qué bonita está ella…!” y ese era el comentario de todos los que se encontraban allí, que les parecía como si estuviese durmiendo; y lo más impresionante es que ella presentaba la apariencia anterior a la purificación, como cuando tenía 18 años de edad.
Y ahora, gracias a las orientaciones del reverendísimo Watanabe en el último Culto, tuvimos la alegría de recibir lo que yo pienso que es el mayor milagro de nuestras vidas.
Por eso, nuestro profundo agradecimiento al Mesías Meishu-sama que, más que gracias materiales, nos ha venido proporcionado durante más de 30 años el camino de nuestra salvación, de la de nuestros antepasados y nos concede, además, el permiso de ser utilizados en la salvación de la humanidad.
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